Judith, de 2ºB, quiere ofrecernos una visión diferente de lo que nos han mostrado hasta ahora:
"La Cenicienta que no quería comer perdices es un cuento que no se adapta a las historias convencionales que, desde
pequeños, nos han contado.
La Cenicienta, una damisela maltratada por su
familia, que sueña con encontrar a su príncipe para ser feliz.
La Cenicienta que no quería comer perdices
trata sobre una chica joven que se va de fiesta una noche, y al día siguiente
no recuerda nada, en su casa aparecen dos señores que le prueban un zapato de
cristal, que la obliga a casarse con el príncipe que está obsesionado con las
perdices. Dicho príncipe, maltrata a la Cenicienta obligándola a llevar los incómodos
zapatos de cristal de palmo y de punta y a cocinar las horrendas perdices que
tanto odia la Cenicienta. Esta ya consumida por su tan desgraciada vida, cada
vez se encontraba peor, enferma, deprimida, perdida… y buscó ayuda en su
familia y amigos, que solo empeoraron su situación ofreciéndole diversas
opiniones y soluciones, pero ninguna le servía a ella.
Un día al ir a comprar las perdices para el
príncipe, se dio cuenta de que los príncipes no te salvan ni te dan una vida
mejor, se perdono a sí misma y por fin entendió que sólo se podía salvar ella
misma.
Así que la Cenicienta dijo ‘basta’ y apareció
el hada basta, a la que según la vio, la esta se sintió recogida y empezó a llorar. Primero empezó llorando por el príncipe, por las perdices muertas,
luego por que sus hermanas la maltrataban, que su padre la trataba peor y por
creer que al encontrar un príncipe su vida sería perfecta, lo lloró todo…
Se sintió mejor que nunca, vacía. Dejó al príncipe,
las perdices y los zapatos de tacón de palmo y de punta.
Conoció a muchos amigos en su recién
estrenada nueva vida, a la Ratita Presumida que ha engordado y ahora liga más,
a la Bella Durmiente que se está desintoxicando, a Caperucita Roja que le había
salido violento el cazador, a Pinocho que por una vez quería decir la verdad, y
al Hombre de Hojalata, que llorando y llorando al final acabo descubriendo su
corazón.
Una vez libres, pudieron realizar sus sueños
y montaron un restaurante/ cabaret llamado ‘me sobra armonía’.
Y cada vez que una mujer dice ‘basta’ aparece
el hada que tanto la había ayudado a ella.
Mi opinión personal: La cenicienta que no
quería comer perdices, es una historia reveladora, en la que una mujer se da
cuenta de que no hace falta tener un príncipe a tu lado para disfrutar del lado
bueno de la vida y que solo tú misma tienes la clave de tu propia felicidad."
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