Es curioso como la vida se
puede acabar de un momento a otro. De repente estás viendo una película con tus padres y a
los cinco minutos tu corazón se para, o te caes por las escaleras. Sí, es todo
muy trágico, pero llevo la razón. Esta mañana me he enterado del fallecimiento
de un chico con 17 años, la edad actual de mi hermano, por una muerte súbita,
de un momento a otro su corazón se paró, decidió que ya no quería seguir
latiendo. Y me pregunto, ¿somos conscientes de que en un momento a otro podemos
decir adiós? O ni tan siquiera eso, a veces no tienes tiempo de despedirte
porque no piensas que te puede suceder, ¿acaso crees que él se esperaba
fallecer a los 17 años? Pienso en su familia, pero aún más en su madre, ella,
la que le dio la vida, ha tenido que ver como su hijo se había ido, y como ya
no volvería, en general la vida es muy capulla, te da la oportunidad de que
hagas algo importante, te da tiempo, pero luego te lo arrebata, sin importarle
nada. Kevin, portero de la UD Guía, no te conocía, pero te has ido sin más,
dejando aquí mucha gente que te quería, y ojalá seas feliz donde estés. Y
Canarias se viste de negro.
D.E.P
D.E.P
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