Me ha
llamado la atención una noticia en el periódico La Provincia, el día 16 de
noviembre, sobre unas chicas de nuestra isla de Gran Canaria que han ido por
las distintas zonas de la isla buscando leyendas antiguas, mitos y cuentos
preguntándole a personas mayores de cada lugar por ellas y recopilándolas en un
libro.
Uno de los
mitos es el que han recogido en Teror y se llama: El origen de las estrellas.
Antiguamente los pastores
pasaban todo el día con sus rebaño, y cuando caía la noche no se veía prácticamente
nada porque el cielo era negro, como el ala de un cuervo, no habían estrellas.
Entonces se reunieron para
ver cómo podían solucionar ese problema, y decidieron hacer algo. Tiraron
al cielo los callaos que solían pisar, haciendo agujeros en el cielo para que
la luz atravesase el pesado manto de la noche y pudieran ver a su rebaño.
Y fue así como se crearon
las estrellas y las maravillosas noches estrelladas, gracias a unos pastores
canarios.
Es un mito o
relato tradicional que da una explicación sobrenatural de la creación de las
estrellas. Como explica cómo se crearon, es un mito cosmogénico.
Otra
historia, recogida en Firgas, es el cuento que se llama: La vaca que cagaba monedas
de oro.
Era una vez un niño muy
pobre. Un día estaba caminando por el bosque en busca de leña para encender el
fuego en las frías noches, y calentarse él y sus padres. Se estaba ya haciendo
de noche cuando tropezó con un árbol enorme. El niño era tan curioso que trepó
y trepó por aquel árbol. En la copa se encontró con una vaca que cagaba monedas
de oro y una gallina que ponía huevos de plata. Cogió todo lo que pudo y volvió
a casa. Sus padres estaban muy orgullosos de que fuera tan curioso. Al día
siguiente volvieron todos a buscar más monedas de oro y más plata y con lo que
cogieron se fueron a la ciudad a buscar trabajo.
Es un cuento
que se refiere a la importancia de conseguir un trabajo aunque se tenga mucho
dinero, los padres vieron la oportunidad de ir a la ciudad a buscar trabajo gracias al dinero
que habían conseguido.
Son
historias que se van contando de padres a hijos y que este grupo de chicas han
ido recogiendo en un libro llamado Cuentos antiguos de Gran Canaria. Me parece
muy buena idea que se haga un libro con ellas porque así no se olvidan, se
guardan para otras generaciones, porque cada vez hay menos gente que cuenten
historias.
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Añado la canción de Pablo
Alborán, Me colé por la puerta de
atrás:
Tengo un pedacito de mi corazón partido para ti,
tengo mil secretos que contarte,
Tengo mil estrellas que he robado del cielo de abril
y mil canciones que cantarte.
Tengo las manos cansadas de rogarle a este Dios
que no te trae devuelta a mí
Se apaga mi vida si no te tengo aquí.
Me colé por la puerta de atrás,
pero no preguntes de dónde vengo,
Me he perdido dos veces y me he dejado llevar
por lo que sentía por dentro.
Encontré tu perfume y el aire me lo llevó
hasta meterse en mi cuerpo.
¿Sabes cuántas cosas te he querido y te quiero decir?
¿Sabes lo mucho que ha sufrido mi alma?
Tienes en tus manos la esencia de mi voz
¡y es por ti que grito amor!
Tienes mi vida, controlas mi aire
y eres dueña de mi ser.
Perdiste la calma, perdiste las ganas de amarme
Y ahora mírame
Me colé por la puerta de atrás,
pero no preguntes de dónde vengo,
Me he perdido dos veces y me he dejado llevar
por lo que sentía por dentro.
Encontré tu perfume y el aire me lo llevó
hasta meterse en mi cuerpo.
Dame la mano, vuela conmigo
perdámonos en este sueño de niños.
Dame la mano, vuela conmigo…
¡Cuántas lágrimas tuvieron que caer
para poder encontrarte!
¡Cuánto tiempo buscando,
cuántas veces he soñado con besarte!
Dame la mano, vuela conmigo
Dame la mano, vuela conmigo
perdámonos en este sueño de niños.
Esta
canción trata de una relación que se ha roto donde Pablo Alborán intenta volver
con esa persona. En la canción dice que está muy enamorado de ella que quiere
tenerla cerca, que ha sufrido mucho desde que ella no está con él, le pide a
Dios que ella vuelva: “Tengo las manos cansadas de rogarle a este Dios que no te trae devuelta
a mí”. Hay una frase que me ha
gustado mucho donde dice: “Encontré tu perfume y el aire me lo llevó hasta meterse en mi cuerpo” pues notamos lo enamorado que está de ella, lo
cerca que la siente, en su interior. Dice también que aunque ella no lo quiere,
él depende de ella: “Tienes mi vida, controlas mi aire y eres dueña de mi ser. Perdiste la
calma, perdiste las ganas de amarme. Y ahora mírame”. Es un amor muy profundo que sigue aunque sepa
que ella no lo quiera. También dice: “Perdámonos en este sueño de niños” donde se refiere a que juntos pueden vivir ese amor que
tuvieron.
Realmente
es una canción con muchos sentimientos donde él insiste porque ella es el amor
de su vida. No sólo es una canción que me gusta por su letra con su forma de
expresar el amor sino por el ritmo y las melodías que tiene.
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Añado un
pequeño cuento titulado: El león y sus consejeros
El león nunca se había
distinguido por su buen carácter, tenía el día cruzado. Iba paseando por la
selva en busca de comida cuando se cruzó con una mofeta pendenciera, que se preciaba
de no haber perdido ni una sola pelea con cualquier animal, por peligroso que
fuese. Tras intercambiar dos o tres frases, el león y la mofeta perdieron los
estribos y se enzarzaron en una disputa. El felino levantó su enorme zarpa y, a
punto estaba de asestar un fatal golpe a su presa, cuando la mofeta lo roció
con su fétido líquido. El león huyó con el rabo entre las patas y más airado
que nunca. Tras pasar varios días vagabundeando por la selva para ver si aquel
insoportable olor desaparecía, decidió pedir consejo a sus tres animales de
confianza.
“Amigo oso, ¿crees que
huelo mal?”. Sospechando que esperaba una respuesta sincera, le dijo: “Hueles
realmente mal”. Y el rey de la jungla lo degolló. Llegó el turno del lobo
quien, creyendo saber lo que deseaba oír el león, susurró: “Oléis a rosas”. El
león no soportó semejante engaño y se zampó al lobo. Sólo quedaba consultar al
zorro que, sabiendo lo sucedido, se excusó: “Estoy tan resfriado que no puedo
oler nada”. Sabía decisión, pues cuando es peligroso hablar, lo mejor es
callar.
Reflexión:
Este texto lo he cogido de una revista que tiene una sección
que se llama “El rincón del pensamiento” donde cada semana se expone un pequeño
cuento para reflexionar. Este cuento del león y sus consejeros nos da una
lección de vida pues a veces es mejor callarnos, como en esta situación, donde
es peligroso hablar porque la vida depende de la respuesta. Hay situaciones en
nuestra vida en que decir la verdad o decir una mentira puede hacer mucho daño,
por lo que es preferible callar y no decir nada. Y es algo que a veces nos
cuesta mucho.
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La reflexión que tenemos que hacer es que hay que vivir la vida,
disfrutarla.
Hay que
afrontar los problemas y seguir adelante, tenemos que valorar a los verdaderos
amigos porque en la vida no todo es felicidad y en esos momentos es cuando nos
ayudan los amigos. Los demás tenemos que olvidarlos.
No tenemos
que estar tristes, la vida siempre nos da una segunda oportunidad, vale la pena
vivirla.
Tenemos que
ser positivos y disfrutar la vida.
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