FÁBULA DE LA
PROFESORA
Una profesora en clase saca de su cartera un billete de 20 euros y lo
enseña a sus alumnos a la vez que pregunta: “¿A quién le gustaría tener este
billete?”. Todos los alumnos levantan la mano.
Entonces la profesora coge el billete y lo arruga, haciéndolo una bola.
Incluso lo rasga un poquito en una esquina. “¿Quién sigue queriéndolo?”. Todos
los alumnos volvieron a levantar la mano.
Finalmente, la profesora tira el billete al suelo y lo pisa repetidamente,
diciendo: “¿Aún queréis este billete?”. Todos los alumnos respondieron que sí.
Entonces la profesora les dijo:
“Espero que de aquí aprendáis una lección importante hoy. Aunque he arrugado el billete, lo he pisado y tirado al suelo… todos habéis querido tener el billete porque su valor no había cambiado, seguían siendo 20 euros.
“Espero que de aquí aprendáis una lección importante hoy. Aunque he arrugado el billete, lo he pisado y tirado al suelo… todos habéis querido tener el billete porque su valor no había cambiado, seguían siendo 20 euros.
REFLEXIÓN
Muchas veces la gente que nos rodea nos ofende, hay personas que nos
rechazan y estos sucesos nos dejan pensando si verdaderamente somos valiosos.
Aunque sintamos que no valemos nada tenemos que recordar que a lo largo de
nuestra vida mucha gente nos intentará derrumbar y nosotros tendremos que
levantar la cabeza y darnos cuenta de que somos como un billete que aunque esté
arrugado nunca deja de perder su valor.
No debemos dejar que las opiniones de los demás definan cómo de verdad
somos porque ellos verdaderamente no nos conocen y si alguien que te conoce
bien te da una opinión tu no debes hacerle caso al pie de la letra pero si ese
alguien te quiere tienes que pensar en lo que te ha dicho y si ves que
realmente tienes que cambiar en algo vete haciéndolo poco a poco y tampoco des
un cambio radical, porque hay que recordar que las opiniones de los demás no
definen como somos.
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