lunes, 15 de septiembre de 2014

Todo empezó con una mirada

Andrea, de 2ºA, asegura que todo empezó con una mirada...

"Todo empezó con una mirada, sus ojos marrones buscaban los míos, y sus labios dibujaban una sonrisa, “la más dulce” pensé al verla, nunca la olvidaré. Era tímida y sencilla, sus dientes se escondían tras unos labios gruesos y agrietados, y a la vez que tocaba mi cuerpo, mi alma se estremecía. Esa extraña sensación de creer estar volando cuando te besa. Entonces me di cuenta de que esa era la sonrisa que quería ver al despertar cada mañana. Era tan sólo una idea, pero era la mejor que se me había ocurrido, darle la mano era lo mejor del día, y pensaba que al final había valido la pena todo hasta ese momento, porque para la tormenta él era mi calma, y ¿cómo decirle que le tengo más vértigo a su espalda que a cualquier montaña rusa? Y, ¿cómo explicarle que le extraño más que lo que alguna vez extrañé? Yo sólo pensaba en volver a sus labios dulces de sonrisa vertical, y parar el tiempo, vaciando todos los relojes de arena para poder vivir una historia, para poder vivir nuestra historia. La necesidad de tenerle cerca, el dolor de no percibir su olor. Eso de verle y tener ganas de escaparnos donde nadie nos vea y parar el mundo para bajarnos de él, que sólo seamos él y yo, que sólo seamos nosotros y nuestro pequeño infinito. No es nada del otro mundo porque quizá lo sea todo de este, y tengo claro que ha sido la casualidad más bonita que ha llegado a mi vida, es muy difícil vivir sin él. Él era la única persona capaz de quitarme la vida y dármela a la vez, pero al fin y al cabo, todo se acaba, porque nada es para siempre, amor."

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