No siempre el que es
más humilde tiene porque ser esa persona pobre si no esa la cual en los peores
momentos tiene una ayuda para todos los demás…
Muchas
veces, son personas muy afortunadas, aunque de ello no se percaten. No saben
valorar el esfuerzo que supone para los demás darles o regalarles algo, lo ven
como un deber. No sienten necesidad de agradecer nada, actúan como si todo
cuanto se les dé fuese el pago de una deuda que se tiene con ellos. Si algo
bueno llega al hogar, lo toman para sí mismos sin pensar en los demás, sin
pensar en lo mucho que otros en el hogar podrían disfrutarlo, necesitarlo o
merecerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario