Paula Q.

Y terminamos hoy con Paula Quintero, de 2ºB:

Nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa, no volverá.

Nada está escrito, nada es imposible, ni siquiera posible... todo depende de nuestra voluntad, de esas fuerzas que nos salen de adentro, decir de adentro es decir que puedo afrontar cada desafío.

Tenemos el poder cuando estamos convencidos, cuando estamos decididos, cuando de verdad queremos algo.

No hay obstáculo capaz de imponerse, si queremos podemos llegar más lejos, si queremos podemos llegar más alto, si queremos podemos hacer lo que sea... "sólo hay que proponérselo"...

La vida es algo hermoso, siempre y cuando la hagas a tu manera, sin dejar que nada ni nadie opine por ti, que se meta en tus asuntos queriendo arreglarlos.

Nunca dejes que nadie te arruine la vida.

La vida es una sola, vívela paso a paso y no dejes de hacer nada, probablemente te arrepientas y cuando te des cuenta será demasiado tarde.

Tampoco dejes de vivir los sueños y las ilusiones, sin ellos , la vida no tiene sentido.

Trata de ir siempre de frente, sin vueltas...

No confíes en toda la gente que te rodea, a veces piensas que es la mejor persona del mundo, y en realidad es un verdadero enemigo.

Anda siempre con la verdad, por más dolorosa que sea, de todas formas vale mucho más que una mentira.

Si algún día te sientes solo, y tienes ganas de llorar, hazlo, muchas veces ayuda a que te desahogues.

Ante cualquier problema; no huyas por miedo a enfrentarlo, y nunca olvides esto:

LUCHA COMO SI FUERAS A VIVIR SIEMPRE

Y VIVE COMO SI FUERAS A MORIR MAÑANA!

Esta reflexión nos invita a darnos cuenta de que cada día perdido no se va a poder recuperar, que hay que disfrutar de la vida, hacer locuras aunque teniendo en cuenta cuales. Puedes hacer algo que jamás harías, como afrontar tus miedos, porque esos miedos pueden resultar divertidos; disfrutar de tus defectos porque en el fondo puede que sean buenos; disfrutar de los demás dejando atrás los malos momentos y quedarse con los buenos, porque muchas veces nos quejamos de cosas que en realidad que son insignificantes cuando hay gente peor como un niño con cáncer, gente pobre en la calle, mujeres maltratadas, niños abandonados o perdidos, muertes…

Deberías quejarnos menos de las cosas que no tienen tanto problema como lo tienen otras.

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Me levanté con una sensación algo extraña. Una mezcla de satisfacción por haberme levantado tan tarde de lo normal y la de haber estado bebiendo alcohol en la madrugada, aunque esta última no la he vivido.

Esa misma noche, me había quedado hasta las tantas hablando con el posible “enganche” de Navidad; una nueva expresión un tanto rara, lo sé… Tanto era el enganche que al no quedarme batería en el móvil y que no funcionara ningún enchufe de la habitación, estuve más de media hora de pie en el baño hablando con él……

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…Parecía raro pero a medida que iba pasando el tiempo estaba menos nerviosa; las mariposas parecían dormidas.

Salí como por la mañana; con aquella chaqueta vaquera que tanto me gusta, unos pantalones negros y zapatos blancos.

Saqué a la perra, pasé por casa de Raquel y me fui a donde habíamos quedado. Tardó en llegar, pero vino. No me sorprendió a bien; llámenme estúpida pero aquellos sentimientos tan fuertes hacia él desaparecieron completamente. Me limité a sonreír y empezamos a hablar un rato. Luego me acompañó a casa a dejar a la perra, y también a la casa de Raquel. Allí me lo pidió. Creo que notó que estaba algo nerviosa y rara de lo normal, así que me dijo que le contestara después. Dos besos. Pensaba que pasaría aquello, pero nada…

Después de unas horas…

En el sofá esperando a mi madre. Llegó. Preparé la cena. Cenamos. Y en el sofá vimos la tele.

Estuve hablando con él sobre todo un poco; la peli que nos quedaba pendiente y demás, hasta que tuve que decirle todo lo que sentía; distancia, el no poder y experiencia. Bueno, todo todo no, pero era lo menos que podía decirle después de todo…