· Aprovecha el día
No dejes que termine sin
haber crecido un poco, sin haber sido un poco feliz, sin haber alimentado tus
sueños.
No te dejes vencer por el
desaliento.
No permitas que nadie te
quite el derecho de expresarte que es casi un deber.
No abandones tus ansias de
hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las
palabras y la poesía sí pueden cambiar el mundo.
Somos seres humanos llenos de
pasión.
La vida es desierto y es
oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos
convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
No dejes nunca de soñar,
porque sólo en sueños puede ser libre el hombre.
No caigas en el peor error,
el silencio.
La mayoría vive en un
silencio espantoso.
No te resignes.
No traiciones tus creencias.
Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros
mismos.
Eso transforma la vida en un
infierno.
Disfruta el pánico que
provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin
mediocridades.
Piensa que en ti está el
futuro y en encontrar la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes pueden
enseñarte.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas …
REFLEXIÓN
Este texto nos quiere decir que disfrutes cada día al
máximo como si no hubiera un mañana,
porque a veces las personas no disfrutan al máximo cada día y dejan lo que se
puede hacer hoy para mañana, sin darse cuenta de que ese día ya no se podrá
recuperar.
“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.”
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La corrida de sapos
El
objetivo era llegar a lo alto de una gran torre. Había en el lugar una gran
multitud. Mucha gente para vibrar y gritar por ellos.
Comenzó
la competencia.
Pero
como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo
que más se escuchaba era
“Qué
pena! Esos sapos no lo van a conseguir … no lo van a conseguir …”
Los
sapitos comenzaron a desistir. Pero había uno que persistía y continuaba
subiendo en busca de la cima.
La
multitud continuaba gritando: “Qué pena!!! Ustedes no lo van a conseguir!”
Y
los sapitos estaban dándose por vencidos, salvo por aquel sapito que seguía y
seguía tranquilo y ahora cada vez más con más fuerza.
Ya
llegando el final de la competición todos desistieron, menos ese sapito que
curiosamente, en contra de todos, seguía y pudo llegar a la cima con todo su
esfuerzo.
Los
otros querían saber qué le había pasado. Un sapito le fue a preguntar cómo el
había conseguido concluir la prueba.
Y
descubrieron que …
¡Era
sordo!
REFLEXIÓN
“Se sordo ante los
comentarios que te desalientan”
Este texto me llama la atención porque nos da un
mensaje muy interesante.
Cuando alguien tiene las ganas y la ilusión de hacer
algo, tiene que hacerlo sea como sea. Y lo primero que no debe hacer es
escuchar y hacer caso a todas las personas que lo desalientan: riéndose de él,
diciéndole que no es capaz de hacerlo, que no lo va a conseguir …
En definitiva el dicho “A palabras mudas oídos sordos”
lo tenemos que llevar a cabo.
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