martes, 13 de enero de 2015

Cristina

A ver qué nos cuenta hoy Cristina, de 2ºA:


¿Por qué me lo creía todo? Un lo siento que no se demostraba, un te quiero que se quedaba en palabras o un "cambiaré" que no se hacía real. Muchas decepciones que ni yo misma creía, todo era mi culpa, por ser tan ingenua y por nunca creer lo que pasaría. Era una estúpida por llegarme a creer todas sus disculpas, caía una y vez más en la misma situación.
¿Por qué? Creo que soy lo suficientemente inteligente para responder esa pregunta, pero no encontraba respuesta, le daba vueltas a la cabeza, hasta que llegué a una conclusión. Estaba enamorada, llegaba a hacer cualquier cosa por estar junto a él. Yo lo llamo "locura", cuando nos enamoramos, nuestro cerebro se vuelve loco y empieza a disparar sentimientos por todas partes.
Yo no quería enamorarme, pero así fue, no pude cambiarlo. Pero aquella relación iba a salir mal, él era especial, no me trataba del todo bien, pero me gustaba, no, me encantaba.
 Mi corazón bombeaba tan fuerte cada vez que me tocaba que parecía que se me salía del pecho. Sus ojos deslumbrantes hacían que una pequeña sonrisa se dibujara en mi rostro.
A pesar de todas las experiencias positivas de aquella relación, también existía el lado negativo.
Al paso del tiempo, me empezó a fallar una y otra vez, y yo como una tonta le daba otra oportunidad… hasta que me cansé. Sí, me cansé mucho, guiarme por el corazón ya no iba a servir de nada si constantemente estaba sufriendo. Llegaba la hora de tomar decisiones… quizás me cambiarían la vida, no lo sé.
Mi cabeza era un completo embrollo, pensamientos por allí, pensamientos por allá, aunque esos pensamientos se resumían en dos palabras "desilusión y amor". 
Con lágrimas en los ojos tomé la decisión. Todo acabaría en cuestión de minutos, iba a sufrir pero era lo mejor para mí.



SENTIMIENTOS
Escabullirte de los sentimientos, 
optar por no sentir,
aunque eches mil cimientos,
eso no se va a poder cumplir.

Desear que todo desaparezca,
por miedo a sufrir,
mirar de frente a la vida,
para poder vivir.

¿Por qué lo amé?
¿Por qué lo quería?
¡Qué desgracia más grande!
Aunque no me quiera arrepentir.

Sentimientos a flor de piel,
fue lo que yo sentí,
mil disculpas perdonadas,
tarde o temprano,
llegó el fin.


Dulces días soleados,
pájaros canturreando,
vecinos adulados,
¡ parecen enamorados !
Me encantan esos días,
pienso en que nunca acabaría,
esos maravillosos días.
Me siento como una loca,
una loca por la vida,
que no sabe que es de ella,
en el momento que es de día.
Vivo los días soleados,
como si fuesen un sueño,
porque son esperados,
todos los días de mi existencia.


Y perder cosas que ya jamás volverán, sentirte mal contigo misma, una amistad tan buena no se puede perder en apenas segundos. Ojalá pudiera volver a revivir todos los momentos vividos, y los malos momentos también, porque fueron los que se solucionaron con un abrazo.
Que los novios vienen y van, pero los amigos dejan huella, dejan recuerdos que jamás se borrarán del corazón. Cada recuerdo es una punzada que poco a poco te va destrozando. 
Aunque no se note te echo de menos, no lo  niego.
Fuiste, eres y serás gran parte de mi vida, me hacías olvidar mis problemas por varios instantes y cada vez que te veo recuerdo muchas experiencias...
Me hacías sentir especial, como nadie nunca lo había hecho, tus abrazos valían más que mil palabras.
Quise hacerme la fuerte ante ti, intentar no echarte de menos, intentar no derramar una lágrima, pero eso es imposible, porque todo lo que hiciste por mí, cada secreto, cada consejo me hacía ser mejor persona. 
Y tú me enseñaste a valorarme, a quererme tal como era, a ser tan natural como tú. 
Tú estabas allí para secarme cada lágrima y subirme la autoestima, tú me aconsejabas y me hacías seguir el mejor camino, tú reías conmigo en los mejores momentos, pero en los peores, eras el único que se encontraba.
Necesito de ti de nuevo, para apoyarme, para poder contarte todo lo que antes te contaba, necesito tus consejos.
En mi corazón siempre seguirás, digan lo que quieran, quiero que me acompañes en el camino de mi vida, que me ayudes a aprender de la vida, que estés junto a mí.


Mariposas en mi estómago,
sentimientos en mi corazón,
un nudo en la garganta,
que me hace perder la noción.
Miradas penetrantes,
sonrisas de conquistador,
palabras susurrantes 
y un chico desvanecedor.
Olor a perfume muy fresco,
vestimenta de señor,
muy elegante y picaresco,
a la vez enloquecedor.

Parece muy simpático,
un chico compremetedor,
con arte en su sangre
y de apariencia, soñador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario