jueves, 6 de noviembre de 2014

A mi hermana

Andrea, también de 2º A, nos ofrece este breve texto escrito por ella:

"A mi hermana.


Quizá, algún día cuando te levantes, cuando mires a tu alrededor y todo sea distinto, cuando sientas que te has hecho grande, comprendas de una vez mis todavía extrañas palabras.
Algún día despertarás y todo habrá cambiado, las farolas no serán tan altas, y lo que tú hagas siempre repercutirá en otra persona, ahí serás consciente de que las palabras duelen más que los golpes. Siempre habrá palabras que te duelan escuchar, o por el contrario que te hagan sonreír. Cuando creces, te das cuenta de todo lo que desaprovechaste mientras soñabas con hacerte mayor. Eso es algo que nos pasa a todos, queremos lo que no tenemos, y cuando lo tenemos, añoramos lo otro. O quizá es lo que dijo en su momento alguien “los humanos no sabemos lo que tenemos hasta que un día, de pronto, se va” 
Y es que las cosas a veces se van sin avisar, sin despedirse, me hubiera gustado, cuando era niña, que me hubieran dejado vivir un momento mi actual vida, quizás entonces hubiera aprovechado mejor mi infancia, esa en la que todos los niños nos llevábamos bien y si había un problema se arreglaba con un “perdón” y un simple abrazo, sin rencores. Esa infancia en la que el castigo más fuerte que había era quedarte sin recreo, y lo pero que podía pasar era que le escribieran una nota a mamá. Por eso me da miedo mirar atrás, y ver que todo eso ya es historia, que ya pasó. 

Que nunca volveré a esos días en los que pensaba que mi madre era la mejor del mundo, y que los hombros de papá eran el lugar más alto del universo."

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