Alexandra

Otras tres entradas, esta vez, de Alexandra, de 2ºB:

Enferma de cáncer prefiere suicidarse a morir lentamente

Vivía su vida a pleno: Corría maratones, escalaba montañas, viajó por el sudeste asiático y se casó con el hombre que amaba y soñaba con tener hijos. Nada parecía asustarla, ni siquiera la idea de su propia muerte.  Pero el destino le dio un giro a su vida y Brittany Maynard, de 29 años, con un tumor cerebral terminal, eligió morir el 1 de noviembre y dejar un legado.

La joven eligió la llamada "muerte asistida" o "muerte digna" y usar su historia para luchar porque todos los estadounidenses cuenten con ese derecho, hoy sólo legal en cinco estados de Estados Unidos, entre los cuales está Oregon.

Al escuchar que a medida que el tumor continuara creciendo, que su muerte sería lenta y dolorosa, y tendría una gran cantidad de complicaciones, eligió cómo terminaría con su vida: se mudó de California a Oregón donde el suicidio asistido está permitido, eligió como día el 1 de noviembre, utilizando medicación recetada por su médico (dijo a la revista People que ingerirá 100  cápsulas de secobarbital disueltas en agua) y dijo que lo hará escuchando música y rodeada de su madre, su esposo y su mejor amiga.

Sin embargo, ahora se enfrenta con el terrible dilema de elegir la fecha de su propia muerte.

Reflexión:

Después de ver esta noticia he pensado hasta qué punto no podemos decidir si queremos seguir viviendo o no. En la vida estamos obligados a diario a tomar decisiones: qué quieres comer, qué quieres estudiar, qué hacemos mañana, …no es que decidir vivir o no sea libre pero sí ante situaciones semejantes tengas derecho a no sufrir. Yo vine a este mundo a vivir, con obligaciones y respetos, pero sobre todo a vivir, disfrutar, esfuerzo, pero no sufrimientos innecesarios cuando sabes que tienes un final inmediato. ¿Por qué pasar por todo eso si no te garantiza una cura? ¿No es un derecho el elegir vivir con dignidad?

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CAMINANTE- Antonio Machado-  

Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

Caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

Al andar se hace el camino,

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar.

Opinión:

Al leer este poema pienso que el camino de tu vida es largo y se construye día a día. Hay que mirar siempre hacia delante porque lo que queda detrás es tu pasado, lo que ya has vivido sea bueno o malo no se puede cambiar, es tu aprendizaje.

Creo que en el destino pero no está escrito sino que cada día tú haces cambiar el rumbo de tu vida. La vida te da una oportunidad para elegir camino, cógelo y camina hacia delante. Cada momento vivido es una huella de tu camino, un recuerdo que queda grabado.

Somos caminantes de un largo camino llamado VIDA.

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El saco de plumas

 
Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado. 

Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo: 

"Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?", 
a lo que el hombre respondió: "Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta una donde vayas". 

El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día las había soltado todas. 

Volvió donde el sabio y le dijo: "Ya he terminado", a lo que el sabio contestó: "Esa es la parte más fácil. 
Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste. 
Sal a la calle y búscalas". 
El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna. 

Al volver, el hombre sabio le dijo: 
"Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste".

Reflexión:

La envidia, los celos, la rabia pueden hacer mucho daño a personas que de verdad queremos por eso antes de decir algo sobre alguien tenemos que pensar y hacernos las siguientes preguntas:

-          ¿Es necesario contarlo?

-          ¿Es bueno lo que voy a contar?

-          ¿Es verdad lo que voy a decir?

Si no responde afirmativamente a estas respuestas, NO LO CUENTES.