¿Qué le pasa a España?
Desde mi punto de vista, me percato que España lleva unos
años tan negros como estas letras. Ha sido una unión de muchas situaciones.
Primero, la entrada de la crisis económica, que tantos dolores de cabeza da a
los ciudadanos; luego, el descubrimiento de lo podrida que está la política
española, ahí donde el “rarito” es el que no coge maletines y no colecciona
Mercedes – Benz o cuentas en Suiza y Andorra.
Para seguir, la intención de privatizar la Educación, la
Sanidad y otros bienes comunes que deben tener todos los ciudadanos, para
intentar arreglar todo lo que los políticos en pleno paripé de mandato han
cogido, como si de caramelos se tratara.
En esta misma
línea crítica, en todos estos años la pobreza ha crecido en España, según las
estadísticas, en cuanto a personas en el umbral de la pobreza las cifras se
disparan hacia cifras que no podríamos imaginar hace un par de años. Pero no
sólo las estadísticas en torno a la
economía de los españoles se ponen nuestra contra, somos el país de la cola.
Estamos a la cola en todo tipo de listado de países a
nivel mundial:
Los líderes en contaminación acústica, en abandono
escolar , en
paro juvenil… y la consecuencia de esto, si me pusiera en lugar de
un habitante de otro país, no vendría a España viendo el paro, la pobreza y
demás aspectos que no me gustaría tocar.
Y como no, la fuga de jóvenes españoles hacia un futuro
mejor a países como Alemania, Holanda o
Inglaterra, países que también sufren la crisis pero que se han
desenvuelto infinitamente mejor que nuestro país; claro ejemplo, Alemania,
donde Angela Merkel hace lo que quiere con todos nosotros.
Desgraciadamente me surgen nuevos motivos por los que
criticar a este país, como la imposición de la nueva ley del aborto, donde tres
mandatarios deciden lo que quiere hacer cada mujer con su vida, sin importarles
lo que quieran o dejan de querer; además, es un retraso en los derechos de las
personas, propia de la dictadura de Franco.
Siguiendo de la misma forma, la Monarquía ha contribuido
a esta declive, sin ir más lejos, el antiguo Rey (gracias a Dios) se parte la
cadera , cuya operación pagamos todos, y encima, sufrió el accidente cazando
elefantes y junto a Urdangarín con sus robos a una ONG, algo que debería dar
vergüenza a cualquier persona con conciencia y dignidad.
Ahora sólo queda mirar hacia delante, con el orgullo
nacional muy dañado, pero con el anhelo de que una nueva etapa eclipse lo ya
vivido.
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