Andrea

Otras dos entradas, esta vez de Andrea, de 2ºA:

Este es un mensaje cargado de apoyo hacia esas personas que alguna vez se han sentido mal consigo mismos por culpa de su físico.

Lamento decepcionarte, en este mensaje no se encuentra la fórmula para ser más guapo, ni más delgado, ni para cambiar el color de tus ojos.
Sé que hay gente que se desprecia, que no se quiere, que se mira en el espejo y se da asco, gente como tú, incluso podrías sentirte igual. 
Tengo quince años, y a lo largo de mi vida me he cruzado con muchas personas de diferentes tamaños, distintas caras, distintos pesos... Con esto quiero que entiendas que no hay un modelo de persona, que no todos tenemos que tener los ojos azules, una cintura microscópica y una sonrisa de cine para encajar en esta sociedad.
Que no te roben la alegría esos cuerpos minúsculos y esas alturas desmadradas. Quiérete tal y como eres, con tus virtudes, pero sobre todo con tus defectos.
No se valora ni se mide a una persona por su talla de pantalón, ni por el color de sus ojos.

Me pregunto qué es lo que pensaría mi abuelo si pudiese verme, si se llevaría las manos a la cabeza o si sonreiría al ver en lo que me he convertido. Me gustaría saber si cumplo sus expectativas, esas que tenía de mí cuando me veía ir al colegio, o tal vez cuando me veía sonreír. Me gustaría saber también, que pensaba que llegaría a ser en la vida, ¿alguien importante? ¿Alguien de prestigio? ¿O quizá solo una persona más de esas que vagan solas por la vida sin saber si algún día llegarán a triunfar? Naturalmente no se lo puedo preguntar, a no ser, que seas una persona de esas que creen en las distintas formas que hay de comunicarse con los aclamados espíritus, infortunadamente no lo soy. Me gustaría poder pasar un día más con él, y escuchar una vez más esas historias que de pequeña oía cada día, sin importar que fuese la misma del día anterior. Quizá algún día llegue a ser alguien de quien te sentirías orgulloso, quizá algún día, lo consiga.