lunes, 3 de noviembre de 2014

Capítulos 3 y 4

Nayib, de 2ºA, sigue contándonos una historia que cada vez se pone más interesante:

CAPÍTULO 3
Vuelta a la calma
"Después de recuperarme encontré a alguien, alguien especial a quien no le importaban mis defectos, los convertía en virtudes. Acostumbraba a ir mucho a su casa y...supongo que teníamos una relación especial. Ella era una simple escritora que a duras penas llegaba a fin de mes. Justo lo que yo necesitaba, una chica normal. Entre nosotros no había contacto físico, pero no nos importaba. Sabía que si tenía contacto físico con ella todo podría repetirse y yo...yo no quería eso. Aún así me sentía cómodo con ella. Pasábamos las tardes juntas, yo con mi pipa y ella con sus cigarrillos, hablando de trivialidades. Sentía que había encontrado un lugar para mí. Ella me hacía sentir alguien, además, me convenció para que dejara de tomar mi fuerte medicación, esa medicación que me mantenía noches en vela con el fin de que cesaran mis alucinaciones sobre ese incidente, ella cambió mi medicación por dulces historias. Era una magnífica narradora, no creo que nadie fuese capaz de resistirse a escuchar una historia de sus labios. Supongo que me gustaba. Pero aún así me costaba dar el paso, siempre me pasaba lo mismo. Supongo que todo es culpa de ese incidente, supongo que tarde o temprano tendré que contarte lo sucedido."


CAPÍTULO 4

El incidente
"Era una tarde tranquila, perfecta para pasar con mi chica. Por ese entonces eramos una pareja moderna que acostumbraba a ir a discotecas y pasárselo bien. Aún eramos jóvenes e inmaduros, y eso era bueno, no nos preocupábamos de lo que pudiera pasar. Simplemente actuábamos y nos dejábamos llevar por lo que las drogas y el alcohol nos dijera. Aquella tarde era diferente, habíamos borrado de nuestras mentes todas esas locuras y nos habíamos convertido en la típica pareja de Tortolitos que pasea por el parque observando el atardecer. Que estuviéramos ahí en ese momento tenía su sentido y...supongo que ella sabía lo que le pediría. En aquel momento el anillo que guardaba en el bolsillo me quemaba como si estuviera al rojo vivo. No aguantaba a pedírselo, estaba ansioso por hacerlo. Lo único que me temía era que ella no quisiera pasar su vida junto a mí, pero en ese momento estaba cegado por el amor, tan cegado que no fui capaz de ver como una tremenda viga de hierro se desprendía del monumento que en ese momento estaba en construcción. Ese momento cambiaría mi vida, supongo que fue una muerte muy dolorosa, fue un golpe en la cabeza y...quedarse dormida. Aquel momento lo observé a cámara lenta, me sentí impotente al ver su frágil cuerpo siendo golpeado por esa inmensa viga, sentí como una pequeña gran parte de mi corazón se desprendía de mí, esa parte de mi corazón siempre estará con ella. Lo peor de todo no fue presenciar su muerte, ni siquiera ver el horrible escenario, tampoco fue que el seguro se lavara l mismo as manos y pasara del asunto, lo peor fue que nunca sabría que habría contestado si esa viga no hubiese caído y él hubiera tenido el coraje de sacar el anillo de su bolsillo y hacerle la gran pregunta. A partir de ese día mi vida cambió y no creo que nunca vuelva a ser lo mismo."




Aquí les dejo otra entrada de Nayib:

Esperar a que la vida te trate bien porque seas buena persona, es como esperar que un tigre no te ataque porque seas vegetariano

"Esta frase es una gran verdad, no podemos esperar sentados a ser recompensados por algo que no hemos hecho, ni estamos haciendo, ni haremos. Por eso debemos levantarnos y afrontar los problemas, puede que la primera vez que te encuentres cara a cara con un problema no consigas afrontarlo y no seas capaz de resolverlo, sin embargo, llegará un momento en el que podrás afrontar lo que sea y seas capaz de conseguir cosas que antes, por miedo, no conseguías."

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