lunes, 13 de abril de 2015

Anónimo

¿Ves tristeza en sus ojos? Sé que parece que no, pero fíjate. Mira sus muñecas. Tiene cortes en sus sentimientos. Su corazón lentamente se desangra. Tiene un nudo tan grande en el estómago que hasta sus mariposas se van a acabar muriendo. Tiene otro nudo en su garganta, impidiéndole gritar lo que siente. Lazos, también tiene muchos lazos. De colores vivos, para animarse el alma. Su mirada está distante, pálida, grisácea; como su piel. Tratando de resistir todos esos golpes, esos cortes. ¿Notas sus gestos? Está intentando transmitir que no puede más. Que se rinde. Que sólo necesita un hecho. Un simple hecho que le haga resistir, un poco más. Pequeña, aguanta. Yo seré para ti. Sé que cuando llegue el momento, tus ojos arderán en llamas, al igual que tu corazón. Sí, será una explosión. Y tan grande que derretirá tu coraza. Tus muros, tus miedos. Arderás, viva. Y sentirás que no has muerto, que estás aquí, todavía. Te transmitirá el mismo calor que un hogar. Sí, te abrazaré princesa. Al fin y al cabo, un hogar, no es más que dos brazos donde refugiarse.


Tengo miedo. De ti. De que nada salga bien, como siempre. Tengo miedo de que nada sea real. De que vuelva a sufrir para nada. No quiero deshojar más margaritas porque sé que me quieres. Sé que me lees. Sé que me sientes. Y aun así, te tengo miedo. Sí, a ti. Que no eres la mejor persona del mundo, ni la más bonita ni especial, pero eres tú. Y es tu carácter, tus tonterías, tus ironías, tú. La manera en la que me tratas. Con la que me enganchas. Me tienes enamorada, ¿sabes? Empezó lento. Y luego, como una pesadilla, de golpe. Eres mi pesadilla. A plena luz del día. Mi mejor, y peor, batalla. Sí, todo eso eres tú. Todo eso y más. El tiempo se me hace corto, cuando estoy contigo se detiene. Pero yo no quiero detener el tiempo, te quiero detener a ti, y susurrarte al oído que te quedes. Aquí, conmigo. Cerca de mí. No te vayas, por favor. Son las 11.11, y yo te pido a ti. te quiero a ti. Te quiero, y mucho.


Y es que cuando no tienes nada que ganar, tampoco tienes qué perder. Y que a veces no puedes cambiar, ni elegir, pero ahora no tienes qué ganar. Ni qué perder. Ahora tienes un agujero, un agujero enorme en tu corazón. Sí, un agujero en tu corazón, un agujero en tu mente, un agujero en tu vida. Sí, es verdad, tenemos agujeros, pero seguimos hacia delante. Y seguimos hacia delante, con lluvia que esconde nuestros llantos. Pero yo quiero ser algo de nuevo, quiero ser yo. ¿Caminas? Quiero bailar. Sí, bailar bajo la lluvia. Qué bien suena, de nuevo. Caminando solas. Nos perdimos, pero seguimos caminando. Ya casi estamos en casa de nuevo, pequeña, ¿ves cómo de rápido se nos ha pasado el tiempo? Era la cuchilla, la que te hacía retroceder. ¿Te sientes libre de nuevo? Ya te dije yo que lanzarla lo más lejos posible de tu corazón era lo mejor. Ya el dolor se quedó atrás. Se soltó del reloj, ya no escuece. Te robaban el tiempo, la vida. ¿Quieres dormir? Déjame dormir a tu lado, te prometo que espantaré tus miedos, aunque sean a plena luz del día. Quitaré todos los espejos, sólo verás tu reflejo en ellos. Verás que hasta tu pobre corazón, magullado de tantos golpes, sonríe también. Te sonríe a ti, la vida te sonríe. Abrázate a ella, como haces conmigo. No la dejes escapar, solo viene una vez a verte. Sujétala bien fuerte, al fin y al cabo, te va la vida en ello.



Hey, no estás sola. No te rindas. Espera. ¿Escuchas eso? Sí, tu respiración. Tu corazón. ¿Lo sientes? Esa es tu simple razón para vivir. Sí, ya sé que los miedos muerden, que los problemas pesan, y que tu dolor te arde en el pecho. Sé que te hundes lentamente, mírame a mí. ¿Crees que estoy viva? Sólo respiro, estoy. No estés. No te vayas. Si te vas, sólo causarías más dolor y lágrimas. Deja eso encima de la mesa, lánzalo, ódialo. Hoy levántate y baila. Deja que tus preocupaciones se liberen. Trénzate el pelo, pero deja algunos sueltos, que se sientan libres. Tú serás libre hoy. Corre, salta, huye. No te lesiones. No, no pienses en eso. Fue sólo una mala época. Cierra los ojos, respira. Ábrelos, ¿me ves? Sí, sé que me lees, tonta. Sécate esas pequeñas lágrimas que brotan de tus ojos. Estoy aquí. Estás junto a mí, date cuenta. Sonríe. Enséñale al mundo tus batallas, esas que vives por dentro. Enorgullécete de ellas, lúcelas. Todos tenemos heridas, algunas más visibles que otras. Que se cicatricen, pronto llevarás marcas de alegría. Todo se acaba, princesa. No pienses más. Deja que te besen esas cicatrices hasta que veas que ellos también sanan. ¿Ves cómo puedes ser feliz, aunque sea este momento? Te lo dije. La vida va por rachas, y todos, incluída yo, pasamos por muchas malas. Pero por muy dura que sea la vida, y por mucho que te tire, levántate y brilla. Demuéstrale que pudiste morir, pero que hoy estás más viva que nunca. Hoy no estás, hoy eres. Eres felicidad. Esa felicidad que tanto estuviste buscando como una loca. No,no,no. No estás loca, idiota. Bueno, sí. Pero solo un poco. Pocas personas tienen la poca cordura para desafiar así. La ganaste pequeña, ganaste la batalla contra la vida. No tienes que demostrar ni esconder nada. Sé tú misma. Ya está, se acabó. No te rindas más. Puedes ser feliz. Y ésta vez, que sepas que estoy aquí. Junto a ti,

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Querida amiga.
Todos los comienzos cuestan, esta carta me costará, pero espero que cada día que estés mal, la mires, sonrías y seas feliz.
Nuestro comienzo se remonta años atrás, por las primeras fotos, en la guardería, aquel lugar que se podría llamar "sonrisas y lágrimas", tuvimos la oportunidad de acercarnos por primera vez, cruzar nuestras miradas en aquel espacio y tiempo que unían dos almas felices, frutos del amor profundo y verdadero, que nuestras madres nos otorgó en aquellos días. Compartimos las primeras excursiones, los primeros pataleos, enfades, nuestras ganas de explorar el mundo, conocer, investigar... 
Todos tenemos esa necesidad de conocer, ver, adorar u odiar, querer y amar...
Los años continuaron, y desgraciadamente nos tuvimos que separar, empezamos a educarnos en distintos centros, y aquellas mentes que solo pensaban en jugar, ya iban cambiando, y a su vez, ni nos acordábamos, nunca tuvimos ningún tipo de contacto, gran pena no coincidir en el colegio, por algo y seguro que el futuro lo quiso así por alguna razón, alguna explicación, que no sabemos, ninguno de los dos. 
Por suerte, casualidad, o fuerza del destino, nos volvimos a reencontrar, en un deporte del cuál, me costó establecerme,  no conocía a nadie, y aún era muy vergonzoso, pero hubo algo que nos forzó a hablar, conocernos. Yo no me acordaba para nada de ti, pues, llámame estúpido, ignorante, o cualquier apodo despreciativo, pero no recuerdo casi nada de mi infancia, no puedo recordar momentos en la guardería o visualizar los rostros de las profesoras. En algún momento, nos acercamos y empezamos a hablar, algo en ti me dio seguridad y continué hablando y contándote algunas cosas de mi. Cuando me dijiste que estuvimos juntos en la guardería me quedé impactado, casi, ni me lo creí, pensé que era una broma, directamente me dirigí hacia aquel cajón lleno de recuerdos, y ahí estaba, ese gran montaje lleno de caras de angelitos con su nombre debajo, y allí estabas, con esa carita de inocente por la que aún te aprecio, y se empezaron a afianzar los pilares de una gran amistad.
Empecé a crear un círculo, en el cuál quería encontrar todos los vértices de la relación, pero... Jamás lo encontré, tenía esa necesidad de decirte ''buenos días'' para que me recuerdes durante el día y las ''buenas noches'' para que pienses en mí, era todo tan perfecto, era esa clase de amistad que te arrepentirás de no haber creado antes, y subiste al olimpo, llegaste tan alto, acariciando suavemente mi corazón, y negando deslizar otra lágrima más mientras la amistad esté viva. Quizás, sólo exista un 0.3 % de probabilidades de encontrar a tu alma gemela, pero contigo, cada día que pasa, me convenzo más y más que ya la he encontrado, no todo es buscar, a veces, hay que dejarse encontrar...
Una vez me intentaron susurrar que los verdaderos amigos son los que te levantan, cuando algunos no saben que caíste, y por ello, a pesar de todos mi errores, tropiezos y caídas, sigo aquí, sonriendo en medio de lágrimas y llorando en medio de sonrisas.
Que bonitas las amistades que por sí solas dicen ''para siempre'' 
Y ... Por fin llegamos, hace cuestión de hace 5 meses todo empezó a girar y a coger un camino, coger unas manos, me agarré tan fuerte a ti, a tu confianza, cariño, amor, respeto y humildad. Todo empezó a fluir más rápido, yo estaba dolido, vacío y bendito aquel error que me unió tanto a ti, solo sé que cuando te encontré en aquel banco, con ella, y pasamos aquel dulce y agradable rato, hubo algo de los dos que desconocíamos, y aquella noche salió... Y me encanta cometer errores si así nuestra amistad se fortalecerá más, hemos sido los arquitectos, los diseñadores, los obreros de nuestra amistad, inconsciente pero perfectamente, lo hemos sido. Y hace tan solo 3 meses aquello no era una amistad, ya eras mi hermana gemela, la que siempre cuidaré y protegeré, porque es tan suave tus abrazos, tan bonitos nuestras quedadas, contigo me siento tan fuerte de ponerle cara a todo, eres simplemente aquel angelito que llevo conmigo siempre, sí, en algún lado se que estás en mi cabeza o mi corazón, posiblemente sea un loco, pero si es así, nunca me saques de esta locura, porque soy tan feliz.
Soy adolescente, tú eres presente, y nuestra amistad es futuro.
No me quedan palabras, nuestra amistad es la más larga que he tenido jamás, en tres años y medios, nunca me has traicionado, nunca, y eso lo valoraré todos los días de mi vida, eres una gran persona, amiga, hija, sobrina, prima, estudiante, ahijada, nieta, por ello, y toda la gente que te quiere, ama, cuida y respeta, jamás decidas cambiar, si no es para mejorar.



He caído en cuenta de que dos y dos no son cuatro, ni ocho, ni dieciséis. Que todo tiene tres propiedades, y que ninguna quiere atribuirme a ti. Aún así, vayámonos a química, que sé que de eso si que tenemos, vente a desafiar a las leyes de las gravedad, y que ni las fuerzas de Newton puedan con nosotros. Me acercaré tanto a ti que nos quedaremos a números negativos, como nuestros labios. Y bueno, de paso, te doy un par de clases de amor, de ese del bueno, del de los besos, que no tiene ciencia, sino lengua.


Y bueno, estoy enamorada de los faros del coche que me va atropellar.
No creo que cruce como peatón,
soy de la generación que ignora los semáforos,
pero tengo miedo de enamorarme,
de nuevo.
Quiero arriesgarme, y no quedarme con las ganas,
aunque me choque,
porque dicen que entre el choque de dos miradas,
el mejor accidente es una sonrisa.
Y no me importa chocar contigo, otra vez,
si jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir.
No me importaría chocar si fuera un gato
y volver a morir, siete veces junto a ti.



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Reflexión sobre los derechos humanos:
Yo creo y pienso que los artículos de los derechos humanos están bien redactados y pensados, estoy de acuerdo con ellos, lo que pasa es que son inútiles porque nadie en el mundo los respeta. El primer artículo dice que desde que una persona desde nace tiene derecho a la libertad, y ahí vemos como explotan a niños en la India y los famosos "niños soldados", o el quinto artículo que dice que nadie puede torturar o maltratar a otra persona, Estados Unidos torturando a las personas para descubrirlo todo o el caso que salió ahora de que vigilaban a todos los ciudadanos de Europa. En conclusión, los derechos humanos son inútiles y no se entiende para que fueron inventados porque nadie los respeta.

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