A veces las cosas se tuercen, simplemente salen de nuestro
control por alguna razón que puede que hasta desconozcamos, eso nos hará
desanimarnos muchas veces pero, si algo es difícil para mí, al menos, es otra
razón más para llegar al éxito. Muchos me llamarán vago, yo me llamo a mí mismo
simplemente selectivo, es el arte de saber que necesitas y que no y en función
de eso actuar. Porque no todo es esforzarse al máximo en esta vida, a veces,
simplemente hay que pararse, bajar la cabeza y dar el mínimo que para otros
puede ser lo máximo para luego seguir sorprendiendo, es algo muy fácil. Si un
estudiante que normalmente tiene unas notas penosas de repente empezara a
conseguir mejores notas se le felicitaría y halagaría por su esfuerzo mientras
que; si un estudiante de sobresaliente se relajara y dejara de trabajar al
máximo al su alrededor se mantendría un aire de decepción por parte de sus
compañeros y profesores. Por ello en mi opinión simplemente demos normalmente
una muestra de lo que somos capaces de hacer, para que luego si alguien llegara
a interesarse en tus capacidades sintiese ese asombro propio del desconcierto
que genera el ver las cosas fuera de lugar al ver que realmente el que mejores
notas saca y el que más atento está no es el mejor, sino que a lo mejor el que
más desapercibido pasa, y del que menos resultados te esperas es simplemente,
mejor.
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Todos somos iguales, algunos aún son capaces de
afirmar esto cuando en esta vida todo se trata de elegir y decidir diferente
ámbitos en nuestra vida, que algún día serán importantes. Podríamos representar
nuestra vida como un pequeño árbol que va desarrollándose desde que decidimos
por primera vez algo, por simple que fuera, a partir de ese momento el árbol
empieza a crecer y a ramificarse, sin embargo con el paso del tiempo la parte
del árbol formada por las opciones que has decidido descartar y las decisiones
que has ignorado empieza a secarse; ese es el punto de no retorno, a partir de
ahí no hay vuelta atrás y se define un nuevo camino que deberás seguir en tu
vida. Puede que no todo el mundo piense como yo, los hay que dirán que en la
vida todos tenemos un destino predefinido el cual no se puede cambiar, otros se
decantarán por esa parte que dice que toda acción conlleva una reacción pero
que, sin embargo, siempre lo que se haya hecho se puede enmendar y empezar de
nuevo el camino a seguir. Pero eso ahora no importa, después de todo, puedes
elegir la opción que más te convenga y hacer de ella tu método de vida.
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