martes, 17 de febrero de 2015

Paula

Paula, de 2ºA:

SENTIR
No te niego que  te haya olvidado; sigues ahí, en mi corazón, porque me dolió saber que no te importo, que finges quererme. Tú solucionas todo con decirme palabras que nunca cumples; estás lleno de mentiras y, según tú, las odias. Pues sabes qué: me cansé de dar todo por nada, de creer en ti, de estar ahí para lo que necesites. Sin embargo,  cuando te necesito no estás. La verdad es que te sigo queriendo; no te lo niego. Me alimento con palabras que al final no cumples. Me ahogo poco a poco; podría ser que me matas lentamente sin darte cuenta. Tengo que aprender a no estar para ti porque soy la tonta que siempre lo está. No sé qué hacer; cada vez soy más distinta. Es como si me hubieses cambiado.                                                                                                               
Te quiero pero, a la vez, te tengo tirria. Cambiaste de un día para otro, y no me imaginaba que fueras así. ¡Qué vamos hacer! Me equivoqué contigo. Ese día estalló mi cajón, y te quedaste con una cara que nunca te había visto. No te reconocía. ¿Has cambiado, o esa tu verdadera personalidad y no me había dado cuenta? Es que ya me espero todo de ti; no sé quién eres.
Gracias a las personas que me quieren, me he dado cuenta de cuál es la verdadera amistad. Me han ayudado a dejar de sufrir y añorar, pero, siempre, una parte de mi corazón no te olvidará.








REFLEXIÓN: Esta frase nos dice que no debemos rendirnos por nada ni por nadie, ya que siempre hay un objetivo para seguir intentándolo, que todo comienzo es difícil aunque el camino sea largo y duro,  pero la constancia y la firmeza nos  ayudará a conseguir lo que realmente queramos.

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